Cuando perdemos a un ser querido sentimos que lo único que queremos hacer es llorar y quedarnos en casa. Estos son unos elementos que puedes usar para ejercitar tu corazón durante tu proceso de duelo. 

  • Encuentra salidas para compartir y expresar tus sentimientos con otros.
  • Mantén la puerta abierta para tus recuerdos y sentimientos. “Recuerdo cuando …” Las historias son importantes.
  • Busca apoyo ¿con quién te sientas cómodo compartiendo, ¿quién te apoya en este momento?
  • Comparte el dolor de tu experiencia.
  • Aprende sobre las experiencias de otros para obtener una idea de tu propia experiencia (compartir con aquellos que han “Estado allí” tiene un significado especial).
  • Sé sensible al hecho de que las personas lloran de manera diferente.
  • Busca ayuda profesional según sea necesario.
  • Practica tu espiritualidad y fe.
  • Acuérdate que lo que está pasando es normal.
  •  Siéntete libre de protestar por el “por qué” de la muerte.
  •  Reconoce los sentimientos difíciles que están presentes, como la ira, la culpa, la vergüenza o el miedo.
  • Tómate tu tiempo y espacio para trabajar a través de las diferentes etapas y emociones del duelo.
  • Tómate el tiempo para reír y llorar.
  • Enfrenta el sentimiento de culpa al darte cuenta de que hiciste lo mejor que pudiste (y estás haciendo lo mejor que puedes ahora).
  • Identifica áreas de gratitud.
  • Extiende la mano y ayuda a otros (podemos llenar nuestras copas con actos de servicio).
  • Busca a tu comunidad y disfruta momentos de soledad. Encuentra tu equilibrio.
  • A través de sueños, visiones y otros medios, es posible experimentar la comodidad y la tranquilidad.
  • Ten presente a tus seres queridos. No tengas miedo de pedir señales de presencia de tu ser querido.
  • Las personas que han estado en esta situación antes que tú pueden ser símbolos de esperanza.
  • Si el ejercicio te ayuda, practícalo.
  • Descansa lo más que puedas, tendrás noches difíciles.
Claudia Chavarro